Publicado el 18/04/2013
Esto sucede cuando se acude a una reunión sin haber estudiado previamente el orden del día de los asuntos a tratar. Aunque Cañete suele conocer bien los temas de su Departamento, sobre todo los de carácter agrícola, en este caso llegó un tanto despistado y se vio obligado a improvisar, hasta el punto de quedarse en blanco en un momento de su intervención. Puede verse cómo, de forma grosera y maleducada, arrebata el orden del día al presidente de la Comisión parlamentaria y se lo arroja después sin ni tan siquiera darle las gracias, fruto de su nerviosismo por enterarse en un par de minutos de los asuntos, lo que explica ese hojeo compulsivo de los papeles que le han preparado los funcionarios del Departamento de Agricultura, que no ha leído hasta este momento. Los políticos españoles son así.