Publicado el 23/05/2012
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha pedido hoy que la final de la Copa del Rey, que enfrentará este viernes en el estadio Vicente Calderón de Madrid al Athletic de Bilbao y el Fútbol Club Barcelona, se suspenda y se celebre "a puerta cerrada en otro lugar" en el caso de que, como ya ocurrió hace tres años en la final que jugaron los mismos equipos en Valencia, se produzca una pitada contra el Príncipe o durante la reproducción del himno de España. La propuesta de Aguirre, que ha denominado a la competición "copa de España", no ha cosechado hasta ahora ningún apoyo, y ha sido rechazada incluso por miembros de su partido, como el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti. "Las aficiones del Athletic de Bilbao y del Barça, en su inmensa mayoría no son aficiones antiespañolas. Tendrán algunos que serán antiespañoles y organizarán la pitada, pero no son la mayoría", ha añadido la presidenta madrileña. "Los ultrajes a la bandera o al himno son delito en el Código Penal. No se deben consentir y, por lo tanto, mi opinión es que el partido se debe suspender y celebrarse a puerta cerrada en otro lugar", ha asegurado en una entrevista en Onda Cero. Sin embargo, la Audiencia Nacional archivó la querella que presentó la fundación Defensa de la Nación Española (Denaes) contra la pitada de hace tres años porque no podía ser constitutiva de delito, ya que se encuentra amparada en la libertad de expresión. El magistrado Santiago Pedraz concluyó que esos comportamientos no propugnan "el odio nacional o el ultraje a la nación", por lo que no son merecedoras de ningún reproche penal. La fundación Denaes ha vuelto a presentar una querella en la Audiencia por este asunto, en esta ocasión contra los promotores de la pitada. Las declaraciones de Aguirre han encendido a las instituciones catalanas y vascas, y de manera más intensa a las de Bilbao y Barcelona.