Publicado el 23/01/2014
Los opositores ucranianos frenan durante la madrugada el avance de los efectivos antidisturbios en el centro de Kiev con una imponente cadena de fuego que alimentan con madera, neumáticos y restos de autobuses calcinados.
"No tenemos miedo a los Berkut (destacamento andisturbios). Esto es una revolución. Resistiremos hasta el final, pero no somos unos fascistas como dice el Gobierno. Queremos una vida normal, con trabajo e hijos, y no una dictadura", señaló Vladímir, un obrero de la construcción.
Vladími, oriundo del Este de Ucrania, es uno de los luchadores callejeros ataviados con escudos y palos que se encuentran en la línea de frente en la que se han convertido las inmediaciones del legendario estadio Valeri Lobanovski del Dinamo de Kiev.
Los opositores, en su mayoría jóvenes, lanzan cócteles mólotov, adoquines y piedras con la ayuda de tirachinas y ondas a los agentes antidisturbios apostados al otro lado de las llamas y protegidos por la oscuridad de la noche.
Ni las informaciones sobre la muerte de cinco manifestantes en los disturbios, según informó la oposición, ni las bajas temperaturas que rondan los 10 grados bajo cero, arredran a los opositores. Algunos piden desesperadamente la ayuda de Occidente, incluso militar, ya que temen que las autoridades recurran en breve a la fuerza para poner fin a las protestas tras declarar el estado de excepción.
La policía intenta en vano apagar el fuego con la ayuda del continuo chorro de agua que despide una manguera de un camión de agua, pero los manifestantes no dejan de alimentar las llamas con toda clase de objetos inflamables.
Tras reunirse con el presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, los dirigentes opositores celebraron un mitin en la plaza de la Independencia ante más de 50.000 de sus partidarios. La oposición ucraniana creó un Parlamento Popular alternativo a la Rada Suprema (Legislativo) y dio 24 horas de plazo al Gobierno para atender sus demandas, entre las que figura la convocatoria de elecciones anticipadas.
Además, el líder del partido UDAR (Golpe), Vitali Klitschkó, animó a los trabajadores ucranianos a organizar un parón de advertencia a partir del mediodía del jueves para obligar al Gobierno a hacer concesiones. "Si hay que pelear, pelearé, si hay que marchar bajo las balas, pues marcharé bajo las balas", proclamó.
Yanukóvich emplazó a los opositores a reunirse a reunirse de nuevo cuando el primer ministro, Nikolái Azárov, cuya dimisión es demandada insistentemente por la oposición, regrese del Foro de Davos.
El Ministerio de Interior, que únicamente ha confirmado la muerte de dos manifestantes, ha informado de la detención de 70 personas durante los disturbios que estallaron el domingo y siguen a los dos meses de protestas por la decisión del Gobierno ucraniano de suspender la firma de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.