Publicado el 1/02/2014
La verdad, comparar el aborto de como era en los tiempos de los romanos o de los espartanos en los que si un niño te salía tan solo un poco deforme podía ser matado sin contemplaciones, al aborto tal y como se hace ahora (en los que hay que cumplir unos requisitos como que su nacimiento sea incompatible con la vida, por ejemplo que tenga una enfermedad que le dé una vida muy corta y con intensos dolores) es para querer ir a mear y no poder echar gota.