Publicado el 10/02/2013
Rodeado de la escoria corrupta que gobierna España, el rey franquista aparece en escena. Aunque Juanito trata de disimular los abucheos haciendo un saludo forzado y falso, lo cierto es que su semblante acusa el desprecio del populacho voluble y faccioso que otrora le vitoreaba y aclamaba. En el fondo es consciente de que la monarquía corrupta instaurada por los franquistas tiene muy poco futuro. Un monarca que recibe el despecio de la gente, si tiene un poco de dignidad debe abdicar del cetro real inmediatamente.