Publicado el 30/04/2013
Nunca ha sido lo suyo eso de leer los discursos escritos por otros. En esta ocasión falla nada más comenzar a leer, confundiendo la alcaldía de Alcalá de Henares con el alcalde de la ciudad cervantina de Madrid. La razón principal es que no se prepara la dicción de los textos, algo esencial para no cometer estos fallos.
En realidad Felipe El Preparao ni tan siquiera sabe dónde está situado ese tal alcalde que acaba de descubrir en la holandesilla sobre la que lee las parrafadas, como lo evidencian sus miradas alternantes a uno y otro lado del "presidium regis". ¡Qué labia y qué porte! para ponerle un puesto de botijos en la plaza de la Cebada de Madrid, este sería capaz de llenarlos todos de agua y venderlos al peso
En realidad Felipe El Preparao ni tan siquiera sabe dónde está situado ese tal alcalde que acaba de descubrir en la holandesilla sobre la que lee las parrafadas, como lo evidencian sus miradas alternantes a uno y otro lado del "presidium regis". ¡Qué labia y qué porte! para ponerle un puesto de botijos en la plaza de la Cebada de Madrid, este sería capaz de llenarlos todos de agua y venderlos al peso