Publicado el 18/4/2014
Estallido de furia de un juez de Michigan ante una acusada de matar a su novio de once puñaladas. Las risas y los gestos de la mujer indignaron a la sala. Un rabia que llegó hasta el punto de que la condena a cadena perpetua terminó pareciéndole poco al magistrado, que dijo que nunca había visto un crimen igual.