Publicado el 28/03/2014
Ser un auténtico profesional en el desempeño de la magistratura regia, implica asumir el sacrificio inherente al ejercicio de la función monárquica que siempre debe sobreponerse a las desavenencias conyugales o a la soberbia por un trato despectivo o mal educado. Por muy injusto que sea el vilipendio, ha de poseerse la disciplina y el coraje para mantener la serenidad mayestática y la majeza de una sonrisa atemperada a las flores y las loas de cada momento. Pero nuestra funcionaria royal española no aguanta más a su cónyuge Juanito. El distanciamiento frío de ambos funcionarios royales empieza a ser cada vez más evidente. No es fácil observarlos conversar, suelen darse la espalda e ignorarse mutuamente. Hasta ahora, el disimulo de la funcionaria royal Sofía hacía imperceptibles estas desavenencias conyugales, quitando los desprecios ostensibles de Juanito en diversas ocasiones, de los que hemos dejado constancia en este cannel, pero son cada vez más frecuentes las actitudes afrentosas de Sofía, como vemos en este caso.